Coca de patata

Una de las recetas típicas de mi pueblo es la "coca de creïlla", o torta de patata, plato humilde y delicioso que acompaña de maravilla una buena ración de embutido o chuletas. Los ingredientes de la torta no son los más indicados para una dieta, y si a ello le sumamos que su sabor y textura son tan deliciosos que no te puedes conformar con comer un trozo pequeño, la siesta está más que asegurada.

Las podemos encontrar a la venta en las panaderías, pero también es frecuente que cada hogar prepare la suya y la lleve a cocer a uno de los hornos del pueblo. ¿No es esta una tradición maravillosa? Ojalá perdure.

Ingredientes para 4 personas:

• 1/2 Kg de patatas

• 150 g harina

• 1dl aceite de oliva (medio vaso)

• Sal y algo más de aceite para engrasar la fuente de horno y para rociar

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Pondremos las patatas a cocer con agua y sal, sin pelar. Una vez cocidas y sin necesidad de quemarnos, las pelamos y las hacemos puré. Añadiremos el aceite y la harina y amasaremos, añadiendo también un poco de sal. La probaremos en crudo para asegurarnos de que está en su punto.

Engrasaremos la fuente de horno o lata en que la vayamos a hornear y esparciremos encima la masa, evitando dejarla totalmente plana. Es mejor incluso hincarle los dedos para formarle picos elevados, que se tostarán mejor al cocinar. Regaremos con un chorrito de aceite.

Este es su aspecto en crudo:

La introduciremos en el horno precalentado a 200 grados unos 35 o 40 minutos, hasta que se dore un poco. Yo la tengo con calor arriba y abajo.

¡Los bordes churruscaditos son lo mejor!

Con la medida que os he dado llega para usar un molde casi tan grande como la bandeja de horno de casa. En el recipiente de la imagen que veis en estas fotos no cabe la totalidad de esos ingredientes.

Y también marida perfectamente con ensalada desengrasante.

¡Buen provecho! No olvidéis contarme qué tal la experiencia.